
Lo siento, pero me gustan las listas. Así que ahí va una de las buenas.
1. Los madrugones.
2. El hecho de que te bombardeen con la Navidad desde Octubre.
3. Que las cosas NUNCA salgan como las has pensado.
4. Los gafes.
5. El gallo de
Kellogs y todas las mascotas sonrientes, digitales y gritonas de productos varios.
6. El borreguismo.
7. La gente que siempre cuenta las mismas anécdotas mil veces.
8. Que le traten a uno como si fuera subnormal o, como mínimo, un gilipollas incapaz de ver las cosas por sí mismo y, por ello, creer necesario poner ejemplos chorras.
9. Los gritos insulsos que producen los bebés.
10. La sensación de algas enrollándose en mi pierna.
11. Secarme con una toalla fria y humeda.
12. Picor en una zona particularmente inaccesible, ya sea por razones físicas o de etiqueta y buena educación.
13. Las cosas con las que peleo y lucho a brazo partido por entender y, aún así, no lo consigo.
14. La gente que no capta las indirectas.
15. Que hagan una prodia de algo y que alguien no lo entienda y se lo tome en serio.
16. Dios, por su pésimo reparto y peor construcción del mundo (por algo tardó sólo una semana. Yo me habría tomado más tiempo).
17. Que las servilletas de los bares sean impermeables.
18. Que los superhéroes lleven los gayumbos por encima de los pantalones (deberían arrestarlos por alterar el orden público).
19. El reloj, por vivir pegado a él.
20. El cine francés.
El próximo día, Top 20 de Cosas que Amo.